Mary, The Holy Mother of God

01-01-2023Pastor's LetterFr. John Muir

We hide ourselves and our secrets from God because we are afraid. Even Mary can seem too perfect to approach. The shepherds find the strength to speak to Mary and Joseph at the moment they see the child in the manger. They open their hearts and share what they’ve experienced.

Saint Luke writes of the shepherds, “When they saw this, they made known the message that had been told them about this child.”

When I was a college student, I visited Rome. Beggars often approached and said, “Mangia? Mangia?” I didn’t speak Italian and thought, “Why are they speaking about the Christmas nativity scene?” My friend said, “Mangia means eat. They’re hungry.” That’s when I realized more deeply than ever before that Mary puts her baby in a place designed for hungry animals to eat.

See that baby in the manger in your heart. Imagine Mary kneeling nearby looking at you with love. She doesn’t cling to God for herself. In that cave, from the beginning, she quietly offers her son to hungry souls. The manger means vulnerable self-offering love. That’s the sign. This week that same manger opens our hearts to tell Mary about our lives, too.

— Father John Muir

María, la Santa Madre de Dios

Nos escondemos a nosotros mismos y a nuestros secretos de Dios porque tenemos miedo. Incluso Mary puede parecer demasiado perfecta para acercarse. Los pastores encuentran la fuerza para hablar con María y José en el momento en que ven al niño en el pesebre. Abren sus corazones y comparten lo que han experimentado. San Lucas escribe de los pastores: “Al ver esto, dieron a conocer el mensaje que les había sido dicho acerca de este niño”.

Cuando era estudiante universitario, visité Roma. Los mendigos a menudo se acercaban y decían: “¿Mangia? ¿Mangia? No hablaba italiano y pensé: “¿Por qué están hablando del pesebre de Navidad?”. Mi amigo dijo: “Mangia significa comer. Ellos tienen hambre." Fue entonces cuando me di cuenta más profundamente que nunca de que Mary pone a su bebé en un lugar diseñado para que coman animales hambrientos.

Mira a ese bebé en el pesebre en tu corazón. Imagina a María arrodillada cerca de ti mirándote con amor. Ella no se aferra a Dios por sí misma. En esa cueva, desde el principio, en silencio ofrece a su hijo a las almas hambrientas. El pesebre significa amor vulnerable que se ofrece a sí mismo. Esa es la señal. Esta semana ese mismo pesebre nos abre el corazón para contarle a María también nuestra vida.

— Padre John Muir

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