Easter Season

04-21-2013Pastor's LetterFr. Don Kline

Sixty-eight days ago on February 13, many of us came to church. We came to celebrate our common faith at one of our five Ash Wednesday Masses. This has been a particularly challenging Lent for me and from what I gather for many. On that Ash Wednesday, hardy groups of Catholics came to receive ashes and to take to heart the admonition of the Lenten Season: "Turn away from sin and be faithful to the Gospel." And after Mass, these faithful Catholics disappeared from church back into their lives. Most were on their way to work or school, having begun the important task of every Catholic: preparing themselves for the coming of Easter some six weeks later.

And now we are in the season of Easter! Lent, like winter, is disappearing (hopefully!) from our landscape! The purples of Lent have disappeared from our church. The symbols of Jesus' journey in the desert, and his passion and death on the cross have been transformed into signs of His risen life--Easter lilies, spring flowers, the new Paschal Candle, and the abundance of water flowing from our baptismal fonts grace our church!

At the Easter Vigil, we welcomed twelve new Catholics. They stepped forward to be baptized, to be received into full communion with the Catholic Church, to be confirmed with the gifts of the Holy Spirit, and to receive the Body and Blood of Jesus Christ for the first time! They formalized their commitment to the message of lent, "Turning away from sin and being faithful to the Gospel" for the rest of their lives.

Now the fasting, abstinence, and penitential practices of Lent give way to the joys of Easter candy and Easter dinner with friends and loved ones! The somber Good Friday commemorations of the Stations of the Cross are replaced by Easter Alleluias and the sprinkling of Baptismal Water.

Everything we experience as Catholics at Easter proclaims to us the joy of our faith in the Risen Lord! Christ has conquered death on the cross by rising from the dead on this glorious day! Our personal deaths and those of our loved ones have been conquered, too, through our Baptismal commitment to Jesus.

So may God's blessings overflow this Easter — a day when we celebrate with our new Pope Francis! And may your heart overflow with all the joys of the Risen Christ in our midst! May our fifty-day celebration of Easter bring you ever closer to the presence of the Risen Lord!

God Bless,
Fr. Don Kline
Pastor

 

Época de Pascua

Hace sesenta y ocho días el 13 de Febrero, muchos de nosotros venimos a la Iglesia. Todos fuimos a celebrar nuestra fe en común en una de las cinco Misas que tuvimos en esta parroquia. Esta cuaresma ha sido particularmente muy difícil para mí y por lo que me he dado cuenta ha sido también difícil para muchos. En ese Miércoles de Ceniza, un gran grupo de católicos vinieron a recibir las cenizas y llevarse en el corazón y tomar en serio la advertencia de la Época de la Cuaresma: "Arrepiéntete y cree en el Evangelio.". Y después de la Misa, estos fieles Católicos desaparecieron de la Iglesia de regreso a sus vidas. La mayoría iban camino a su trabajo o escuela, habiendo comenzado la tarea importante de todo Católico: la de prepararse para la llegada de la pascua seis semanas después.

¡Y ahora ya estamos en el tiempo de Pascua! La Cuaresma, como el invierno está desapareciendo de nuestro paisaje (¡ojala!). El color morado de nuestra Iglesia ha desaparecido. Los símbolos de la jornada de Jesús en el desierto, y su pasión y su muerte en la cruz ha desaparecido y se han transformado en símbolos de su resurrección—los lirios pascuales, las flores de primavera, el nuevo Cirio Pascual, y la abundancia de agua que fluye de nuestras fuentes bautismales de la Iglesia.

En la Vigilia Pascual, les dimos la bienvenida a doce nuevos Católicos. Ellos fueron bautizados, para ser recibidos a una plena comunión con la Iglesia Católica, fueron confirmados con los dones del Espíritu Santo, y recibieron por primera vez el Cuerpo y Sangre de Cristo. Ellos formalizaron su compromiso del mensaje de la Cuaresma, "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" por el resto de sus vidas.

Ahora el ayuno, la abstinencia, y las prácticas penitenciales de la cuaresma, le dan el paso a la alegría de Pascuas dulces y cenas de Pascua con nuestros seres queridos. Las conmemoraciones sombrías del Viernes Santo y del vía crucis son reemplazados con las Aleluyas de Pascua y el roseo de el agua Bautismal.

Todo lo que experimentamos como Católicos en la Pascua proclama la alegría de nuestra fe en Nuestro Señor Resucitado. Cristo ha conquistado la muerte en la cruz resucitando de la muerte en este día glorioso. Nuestras muertes personales y la de nuestros seres queridos han sido conquistadas también, por medio de nuestro compromiso bautismal con Jesús.

Así es que las bendiciones de la Pascua se derramen sobre ustedes—un día en el cual celebramos con nuestro nuevo Papa Francisco. Que nuestros corazones de llenen con la alegría de Nuestro Señor Resucitado. Que nuestra celebración de cincuenta días de Pascua los lleve más que nunca a la presencia del Señor Resucitado.

Que Dios los bendiga,
Padre Don Kline

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