Dear Brothers and Sisters,
Since the time of Christ, Christians and, specifically, Catholics have been under attack. You may have heard about the child being barred from performing a Christian song at a school for a talent show. Other examples of these attacks on Christian freedom include public spaces that have forbidden prayer. Our government has told pastors what they can and cannot say from the pulpit.
Students are expelled for publicly expressing their views on abortion. Now our government has passed a law that “redefines” marriage apart from God’s plan for marriage as the union of one man and one woman. Who knows, I may be arrested for writing this column since it could be seen by some people as “hate speech”?!?! These are just a few examples of how Catholics are under attack by those who wish to silence us.
As we observe Independence Day celebrations every year, we hear the word freedom being bantered around a lot. But the problem is, in our country today, our understanding of what freedom is and what it is supposed to be used for is dramatically disordered. That is, we see freedom primarily, often only, as “freedom from.” Ask many Americans today and they will most likely tell you that freedom means freedom from something or someone. Men and women have come to the United States for over 230 years to escape from tyranny and oppression—all good things.
Instead of only thinking about “freedom from” we, as Catholics, need to be thinking of, “freedom for what?” Moving away from the pitfalls of the “freedom from” mentality, we need to reflect this Independence Day on what freedom is ultimately for. So what do we use freedom for? St. Paul reminds us, “For you were called for freedom, brothers and sisters, but do not use this freedom as an opportunity for the flesh; rather, serve one another through love.”
In other words, our freedom is not something for us to revel in and boast about and use selfishly. Real freedom is not about me and my ability to pursue pleasure, glamour, fame and money. This would only mean we love freedom for freedom’s sake and in the end, it really isn’t freedom. It is selfishness disguised as freedom.
We don’t love freedom; we as Christians are to love people. Our freedom enables us to love and serve our neighbor. Taken a step further, our freedom gives us the opportunity to choose to be enslaved in love—to really look for ways to outdo one another in charity and create a world for which the ancient Israelites, the early Christians, our nation’s forefathers, the hippies and all of us have truly longed.
In this sense, we need to see our freedom as a bit of a burden. Authentic freedom draws us to think of someone beside ourselves all the time and puts us at the service of others like so many have in our country. Authentic freedom is also in the service of our God who gave it to us. And in the end, the appropriate use of freedom becomes our greatest joy because we will have found the way to live a good, whole and holy life.
So let us pray for our country this week as we continue to pray for the preservation of religious freedom that is under attack. Let us ponder the “freedom from” statements in our lives and also add, “freedom for” to our to-do list.
God Bless,
Fr. Don Kline, V.F.
Pastor
WELCOME VISITORS
We are happy to have you join us today and every Sunday. You enrich our Masses by your presence and your anticipation. We hope that you find our liturgies here to be an inspiring celebration of our faith. Please come back again…and often.
Queridos Hermanos y Hermanas,
Desde los tiempos de Cristo, Cristianos y específicamente católicos hemos sido atacados. Usted debe de haber escuchado sobre el niño que fue negado el derecho a participar en un concurso de talento en una escuela por haber interpretado una canción Cristiana. Otros ejemplos de estos ataques de la libertad Católica incluyendo el hecho de que en ciertos espacios públicos está prohibido orar. El año pasado el gobierno ha dicho a los pastores que pueden decir y que no en el púlpito.
Estudiantes han sido arrestados por expresar públicamente sus puntos de vista respecto del aborto. Ahora el gobierno busca el redefinir el matrimonio fuera del plan de Dios, el cual es la unión de un hombre y una mujer. Quien sabe, tal vez sea arrestado por escribir esta columna, porque puede ser vista por estas personas como “ Expresiones de Odio?!?!? ¡Estos son solo algunos ejemplo de como los Católicos somos atacados por aquellos que quieren silenciarnos!
Mientras celebran el Día de la independencia, escuchamos que a palabra libertad ha sido usada mucho. Pero el problema es, en nuestro país hoy, nuestro entendimiento de que es la libertad y para que se supone que debe de ser usada esta dramáticamente malinterpretada. Esto es, vemos la libertad primeramente, y muy a menudo, como “Libertad de” Pregunta a varios Americanos hoy y ellos seguramente te dirán que libertad significa libertad de algo o de alguien. Hombres y mujeres han venido a los Estados Unidos de América por 230 Años para escapar de la Tiranía y opresión, todo esto son buenas cosas.
En vez de pensar únicamente acerca de “Libertad de” nosotros, como Católicos, necesitamos pensar más en “Libertad para?” Alejándonos de la mentira de “Libertad de” mentalmente, nosotros necesitamos reflejar este Día de la Independencia en para que sirve ultimadamente la Libertad. ¿Así que para que usamos la Libertad? San Pablo, nos recuerda “Para los que claman por libertad, hermanos y hermanas, pero no usen esta libertad como oportunidad para la carne; en vez, sirvan unos a otros por amor”.
En otras palabras, nuestra libertad no es para que algo se nos sea revelado y jactarnos de ello, y usarlo egoístamente. La verdadera libertad no es todo acerca de mí y mi habilidad de buscar el placer, glamur, fama y dinero. Esto solo significa que amamos la libertad por la libertad misma y al final, esto no es realmente libertad. Esto es egoísmo disfrazado de libertad.
Nosotros no amamos la libertad, nosotros como Cristianos amamos a la gente. Nuestra libertad nos permite amar y servir al vecino. Tomen un paso más allá, nuestra libertad nos da la oportunidad de escoger el esclavizarnos por amor, para realmente buscar por los caminos para hacer caridad y crear un mundo por el cual los antiguos Israelitas, los primero Cristianos, los padres de nuestra nación, los hippies y todos nosotros realmente buscamos.
En este sen!do, nosotros necesitamos ver nuestra libertad como una pequeña carga. La libertad auten!ca nos direcciona a pensar en alguien en vez de nosotros mismos todo el !empo y nos pone a los servicio de otros como muchos que tenemos en nuestro país. La autén!ca libertad es también nuestro servicio a Dios quien nos la ha dado. Al final de la jornada, es el uso apropiado de la libertad se convierte en nuestra mayor alegría por hemos encontrado la manera de vivir bien, completa y santamente nuestras vidas.
Asi que oremos por nuestro país esta semana y con!nuemos orando por la preservación de la libertad religiosa que está bajo ataque. Permitámonos pondera la declaración de “Libertad de” en nuestras vida por la “Libertad del Para” y tenerla en nuestra lista de ac!vidades por realizar.
Que los Bendiga
Fr. Don Kline, V.F.
Parroco