Twenty-Seventh Sunday in Ordinary Time

10-08-2023Pastor's LetterFr. Daniel Cruz

Happy Sunday!

The month of October finds our parish of Saint Joan of Arc very active and busy throughout the week. Everyday I thank God for the many blessings our parish offers in growing in holiness. For the past several Sundays we have been hearing about the vineyard our Blessed Lord speaks about in the Gospel of Matthew. When you look around our parish, the vineyard is where God’s people interact. This reminds me of our active parish of all ages. The first reading from Isaiah speaks of “friend” which is literally translated as “my beloved” and in Hebrew dowdi or didi.

The Gospel reaches a hostile interaction with the leaders and our Blessed Lord. This should remind us about our own interactions in the vineyard when we interact with our friends. Sadly, hostility does sneak its way into the church, the home, school and work. We must remember our source, the True Vine of our Blessed Lord Jesus Christ. Since we partake of the Body and Blood, Soul and Divinity of our Lord in the Eucharist, we have potential to be “people that will produce its fruit,” the good fruit.

Whenever hostility shows its ugliness, remember your source and the True Vine in who you receive at the Holy Sacrifice of the Mass. By worthily receiving Him, we “abide in him, and he in us.” (1 John 4:13)

In the Heart of Jesus and Mary,

Father Cruz

DE NUESTRO PASTOR

¡Feliz domingo!

El mes de octubre encuentra a nuestra parroquia de Santa Juana de Arco muy activa y ocupada durante toda la semana. Todos los días doy gracias a Dios por las muchas bendiciones que ofrece nuestra parroquia para crecer en santidad. Durante los últimos domingos hemos estado escuchando sobre la viña de la que habla nuestro Bendito Señor en el Evangelio de Mateo. Cuando miras alrededor de nuestra parroquia, el viñedo es donde interactúa el pueblo de Dios. Esto me recuerda a nuestra parroquia activa de todas las edades. La primera lectura de Isaías habla de “amigo” que se traduce literalmente como “mi amado” y en hebreo dowdi o didi.

El Evangelio llega a una interacción hostil con los líderes y nuestro Bendito Señor. Esto debería recordarnos nuestras propias interacciones en la viña cuando interactuamos con nuestros amigos. Lamentablemente, la hostilidad se cuela en la iglesia, el hogar, la escuela y el trabajo. Debemos recordar nuestra fuente, la Vid Verdadera de nuestro Bendito Señor Jesucristo. Dado que participamos del Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de nuestro Señor en la Eucaristía, tenemos potencial para ser “personas que producirán su fruto”, el buen fruto.

Siempre que la hostilidad muestre su fealdad, recuerda tu fuente y la Vid Verdadera en quien recibes en el Santo Sacrificio de la Misa. Al recibirlo dignamente, “permanecemos en él, y él en nosotros”. (1 Juan 4:13)

En el Corazón de Jesús y María,

Padre Cruz

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