4th Sunday of Advent

12-20-2020Pastor's LetterFr. Dan Connealy

Happy Sunday!

This Fourth Sunday of Advent finds us in great anticipation of the coming festivities of the Nativity of the Lord! The entrance antiphon for Mass is taken from Isaiah 45 and proclaims, “Drop down dew from above, you heavens, and let the clouds rain down the Just One; let the earth be opened and bring forth a Savior.” The prophecies of Israel come closer to fulfillment during this time as we continue to prepare ourselves for Christmas. In the Gospel for this Sunday it begins, “The angel Gabriel was sent from God…” We know where this story is heading as Gabriel is about to announce to Mary the birth of Jesus.

But I would like to point out that when we speak of someone being “sent”, we often speak in terms of to whom they are being sent, not from whom. St. Luke seems to want to remind us that Gabriel’s mission is first and foremost from God. He does not act on his own, but only in accord with the Father in heaven. As Christians we are called to live in the same manner. We do not live according to where we want to go, but by God and His plan for us, which is always good. Sometimes it's tempting to try to tell God where we think we should be headed, but during this season of Advent, we can take not from the Gospel, and live by God’s will for us, not our will for us. We can do this by God’s grace, by asking him to melt away our own selfishness and desires and lead us back to His own Fatherly heart. I hope everyone has a great week as we prepare for Christmas. Know of my prayers for each of you!

In Christ,
Fr. Connealy

¡Feliz domingo!

¡Este cuarto domingo de Adviento nos encuentra en gran expectativa de las próximas festividades de la Natividad del Señor! La antífona de entrada a la Misa está tomada de Isaías 45 y proclama: “Cielos, destilen el rocío; nubes, lluevan la salvación; que la tierra se abra y germine el salvador.". Las profecías de Israel se acercan más al cumplimiento durante este tiempo a medida que continuamos preparándonos para la Navidad. En el Evangelio de este domingo, comienza, “El ángel Gabriel fue enviado por Dios…” Sabemos hacia dónde se dirige esta historia ya que Gabriel está a punto de anunciarle a María el nacimiento de Jesús.

Pero me gustaría señalar que cuando hablamos de alguien que está siendo “enviado”, a menudo hablamos en términos de a quién se envía, no de quién. San Lucas parece querer recordarnos que la misión de Gabriel es ante todo de Dios. No actúa por sí solo, pero únicamente de acuerdo con el Padre que está en los cielos. Como cristianos, estamos llamados a vivir de la misma manera. No vivimos según el lugar al que queremos ir, pero según Dios y Su plan para nosotros, que siempre es bueno. A veces, es tentador tratar de decirle a Dios hacia dónde creemos que deberíamos dirigirnos, pero durante esta temporada de Adviento, no podemos tomar del Evangelio y vivir según la voluntad de Dios para nosotros, no nuestra voluntad para nosotros. Podemos hacer esto por la gracia de Dios, pidiéndole que derrita nuestro propio egoísmo y deseos y nos lleve de regreso a Su propio corazón paternal. Espero que todos tengan una gran semana mientras nos preparamos para la Navidad. ¡Conozca mis oraciones por cada uno de ustedes!

En Cristo,
P. Connealy

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