Silent No More

01-08-2017Pastor's LetterFr. Don Kline, V.F.

Dear Brothers and Sisters,

60 million. That’s an unbelievably high number. And it’s an approximate number of human beings who have been lost to abortion in the 44 years since the infamous Roe v. Wade decision (January 22, 1973) that legalized abortion. That also means that 30 million mothers and have fathers have carried grief over the loss of child, sometimes without being able to identify what is causing so much pain in their lives. As a pastor, I find this to be heartbreaking.

Since the beginning of legalized abortion in our country, I have been pro-life. But walking with post-abortive men and women has increased my passion about this issue. It has been my experience that post abortive parents (who often do not have the counseling support because many counselors reject the idea that post abortion syndrome (PAS) even exists) suffer from a variety of symptoms such as prolonged guilt, anxiety, feelings of numbness, grief, despair, depression, suicidal thoughts, isolation, eating disorders, drug and alcohol abuse, repeated abortions, and many other symptoms.

I also find that many men and women punish themselves for years, rejecting the profound forgiveness and mercy of God. They feel as if they have committed an unforgiveable sin, which of course, is not true. In fact, during last year’s Year of Mercy, one of Pope Francis’ emphasizes was to connect post abortive parents with the mercy of God through sacramental reconciliation and the pastoral care of the Church.

In short, while I oppose abortion, I never want post abortive people to feel estranged from the Church or from Jesus Christ. Many post abortive people made their decision in an environment that is the opposite of what we Catholics know to be true. They have been told that abortion is responsible and hurts no one. The opposite is true.

Part of dealing with this issue more effectively as a Catholic community is to bring this issue out of the shadows and discussing it. In the weeks ahead, after my pastor’s notes, there will be anonymous witnesses from those who have been effected by abortion.

Whether you have been directly effected by abortion of not, I urge you to read these articles because statistically speaking, you are coming into contact with those who suffer from post abortion symptoms every day. What you say as a Catholic can help or hurt your brothers and sisters in the human family who are in need of support and reconciliation.

Finally, if you are in need of assistance after an abortion, please contact me or Fr. John. We are here to support you and connect you will a variety of healing programs. You are not alone.

God Bless,

Fr. Don Kline, V.F.
Pastor

No Mas Silencio

Queridos hermanos y hermanas,

60 millones. Es un número increíblemente alto. Y es un número aproximado de seres humanos que se han per-dido por el aborto en los 44 años desde la infame decisión de Roe v. Wade (22 de enero de 1973) que legalizó el aborto. Eso también significa que 30 millones de madres y padres han tenido ese dolor por la pérdida de un niño, a veces sin ser capaz de identificar lo que está causando tanto dolor en sus vidas. Como pastor, encuentro esto desgarrador.

Desde el comienzo del aborto legalizado en nuestro país, me uní a Pro-Vida. Pero caminar con hombres y mujeres con un post-aborto ha aumentado mi pasión por este tema. Ha sido mi experiencia que los padres post abortivos (que a menudo no tienen el apoyo de consejería porque muchos consejeros rechazan la idea de que el síndrome post aborto incluso existe) sufren de una variedad de síntomas como la culpabilidad prolongada, la ansiedad, los sentimientos de tristeza, desesperación, depresión, pensamientos suicidas, aislamiento, trastor-nos alimenticios, abuso de drogas y alcohol, abortos repetidos y muchos otros síntomas.

También encuentro que muchos hombres y mujeres se castigan durante años, rechazando el profundo perdón y la misericordia de Dios. Se sienten como si hubieran cometido un pecado imperdonable, lo cual, por supuesto, no es cierto. De hecho, durante el Año de la Misericordia del año pasado, uno de los puntos destaca-dos por el Papa Francisco fue conectar a padres post abortivos con la misericordia de Dios a través de la reconciliación sacramental y el cuidado pastoral de la Iglesia.

En pocas palabras, mientras yo me opongo al aborto, nunca quiero que las personas post abortivas se sientan alejadas de la Iglesia o de Jesucristo. Muchas personas post abortivas tomaron su decisión en un ambiente que es lo opuesto a lo que los católicos saben que es cierto. Se les ha dicho que el aborto es responsable y no lastima a nadie. Lo que es lo opuesto a la verdad.Parte de tratar este tema de manera más efectiva como comunidad católica, es sacar a la luz este tema de las sombras y discutirlo. En las próximas semanas, después de mis notas, habrá testigos anónimos de aquellos que han sido afectados por el aborto.Si usted ha sido directamente afectados por el aborto o no, le insto a leer estos artículos, porque estadística-mente hablando, usted puede entrar en contacto con aquellos que sufren de síntomas post aborto todos los días. Lo cual dice que como católico usted puede ayudar o lastimar a sus hermanos y hermanas de la familia que necesitan apoyo y reconciliación.Por último, si necesita ayuda después de un aborto, por favor póngase en contacto conmigo o con el Padre. John. Estamos aquí para apoyarle y conectarlo a usted una variedad de programas de sanación. No estas solo.

Dios los bendiga,
Fr. Don Kline, V.F.
Pastor

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