Modesty and the Dignity of Women (part V of V)

10-09-2016Pastor's LetterFr. Don Kline, V.F.

Dear Brothers and Sisters,

I found this excerpt from a little pamphlet called: Those Who Serve God Should Not Follow the Fashions. It was first published in 2003 and the revised Fifth Edition came out in June 2015. It was put together by Robert T. Hart. I found this section interesting. Obviously it was written in a different time under very different conditions. I welcome your thoughts on this as well. He begins:

Dear Catholic ladies, you must clearly understand that, while not all men are tempted in the same way or to the same extent, in general, bare thighs, mid-riffs, shoulders, and backs; low cut, sheer or see-through blouses and shirts; and dresses with long slits are all sources of temptation. Therefore, all these must all be absolutely avoided to avoid serious sin.

Even when the body is adequately covered, be aware that clothes that adhere too closely to the flesh and reveal a woman’s form (so common in our time) are just as much a source of temptation. Pants on women are of special concern because by their very nature they conform more to the shape of the body than dresses or skirts. Therefore, it is generally more difficult for a woman to preserve modesty in them, especially when she stoops or bends. Tight-fitting jeans — which unfortunately are most popular today — incite impurity in the most blatant manner. They are certainly the source of innumerable mortal sins and have no place on Christian women. As the second century the Father of the Church, St. Clement of Alexandria warned: “Luxurious clothing that cannot conceal the shape of the body is no more a covering. For such clothing, falling close to the body, takes its form more easily…. As a result, the whole make of the body is visible to spectators, although they cannot see the body itself.”

Is this sort of thinking prudish and narrow-minded? Is it backward and out of date? Not if you want to visit St. Peter’s Basilica at the Vatican. They hand out paper clothes to make sure people are not immodest and are not a distraction for others. I am asking that we pray about how we approach the throne of God at Mass. When we come together for the Mass, let us pray that no one would be a distraction from Jesus or provide temptation (an occasion of sin) to another because of the clothes one is wearing. We are God’s work of art and temples of the Holy Spirit. Do you believe that you are beautiful and therefore deserving of reverence and respect and not to be an object of lust or worse?

We are trying to do our part at St. Joan of Arc to lead all to a closer union with Our Lord Jesus. I have asked that all Lectors, Extraordinary Ministers of Holy Communion, Ushers, Altar Servers, and Choir members be a model of modesty of dress for the parish as parents do in the family. Our ministers are usually dressed exceptionally well for Mass. I commend them for their care and observance of modesty.

May we all seek to purify our hearts and minds and avoid leading others to sin by the way we dress and the way we carry ourselves and Mass and in the world. May we cherish and bear witness to the virtues of prudence, temperance, chastity, and modesty for the sake of our own salvation and of others. May we see ourselves as having dignity as God’s beautiful children. St. Mary and St. Joseph, St. Ann and St. Joachim, parents and grandparents of their son and grandson, Jesus, and St. Joan of Arc, intercede.

God Bless,
Fr. Don Kline, V.F.
Pastor

Modestia y la Dignidad de la Mujer (parte V de V)

Queridos Hermanos y Hermanas,

Encontré este extracto en un un pequeño panfleto titulado: Aquellos que Quieren Servir a Dios No Deben Seguir las Modas. Fue publicado por primera vez en el año 2003 y la Quinta Edición revisada salió en Junio del 2015. Fue compuesta por Robert T. Hart. Encontré esta sección interesante. Me gustaría escuchar sus comentarios. El comienza:

Queridas Damas Católicas, ustedes deben entender claramente que, aunque no todos los hombres son tentados de la misma manera o del mismo grado, en general: faldas muy cortas, ombligueros, hombros desnudos (strapless), espaldas; blusas cortas, transparentes o semi transparentes; vestidos con escotes… son todos motivos de tentación. Por lo tanto, todas ellas deben ser evitadas absolutamente para evitar el pecado grave.

Aun cuando el cuerpo esta tapado adecuadamente, sean conscientes de que la ropa muy pegada al cuerpo revela la figura de la mujer (esto es muy común en nuestros tiempos) y son también un motivo de tentación. Los pantalones en la mujer son de primera preocupación, puesto que por su naturaleza se adhieren a la figura del cuerpo más que los vestidos o las faldas. Por lo tanto, es generalmente más difícil para una mujer preservar la modestia en ellos, especialmente cuando se agacha. Los jeans pegados, que desafortunadamente son tan populares hoy en día, incitan a la impureza de una manera muy obvia. Son ciertamente la fuente de innumerables pecados graves y no deben ser usados por las mujeres Cristianas. En el Siglo II, el Padre de la Iglesia, San Clemente de Alejandría advirtió: “La ropa lujosa que no esconde la figura del cuerpo no es un cobertura adecuada. Puesto que tal vestimenta cae tan cerca del cuerpo y toma su forma que como resultado todo el cuerpo queda visible a los espectadores, aun cuando no pueden ver el cuerpo en si mismo.”

El Padre Pío de Pietrelcina, que no permitía medidas a medias, sino siempre insistía en el vestido modesto claramente debajo de las rodillas. De hecho, cuando venía alguna mujer a confesarse con el vestido muy corto, el Santo Padre Pío la mandaba de regreso, negándole este Sacramento. Mientras que los vestidos en los 60’s se hacían cada vez más y más pequeños, él mandaba más y más mujeres de regreso. Finalmente llegó a suceder, que como mandaba a tantas de regreso, sus amigos frailes pusieron una placa en la puerta de la Iglesia que leía:

“Por orden del Padre Pío, las mujeres que entran al confesionario deben traer faldas al menos ocho pulgadas abajo de la rodilla.” Si alguna de ellas que había sido rechazada preguntaba por qué había sido tratada de esta manera, él contestaría: “Acaso no sabes el dolor que me causa cerrarle la puerta a alguien? El Señor me ha forzado a hacerlo. Yo no llamo a nadie, ni rechazo a nadie. Hay Alguien más que los llama y los rechaza. Yo Soy su inútil servidor.”

Es esta forma de pensar cerrada o puritana? Es anticuada o como del pasado? Yo lo que pido es que recemos sobre esto y sobre cómo estamos acercándonos al trono de Dios en la Misa. Cuando nos reunimos para celebrar la Misa, vamos a pedir que nadie sea una distracción para Jesús o provoque tentación (una ocasión de pecado) hacia otro por la ropa que usa. Somos la obra de arte de Dios y templos del Espíritu Santo. Crees que eres una hermosa creación y por lo tanto digno de reverencia y respeto y no de ser un objeto de lujuria o peor?

Estamos tratando de hacer nuestra parte para que en Santa Juana de Arco todos podamos llegar a una unión más cercana con Nuestro Señor Jesús. Yo he pedido a todos los Lectores, Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión, los Asistentes, Monaguillos y miembros del Coro que sean un modelo de modestia en el vestido para la parroquia así como los padres lo son en su familia. Esto quiere decir que gastemos mucho dinero en ropa nueva? Claro que no! Pero sí quiere decir que trabajemos juntos para la Gloria de Dios en mente, cuerpo y espíritu. Esto quiere decir que purifiquemos nuestro corazón y nuestra mente y evitemos llevar a otros al pecado por la forma en que vestimos y la forma en la que vamos nosotros a Misa y por el mundo.

Que seamos testigos de las virtudes de prudencia, templanza, castidad y modestia por el bien de nuestra propia salvación y la de otros. Que nos veamos a nosotros mismos con la dignidad de hermosos hijos de Dios. Santa María y San José, Santa Ana y San Joaquín, padres y abuelos de Jesús, intercedan por nosotros!

Dios los Bendiga,
Fr. Don Kline, V.F.
Parraco

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