Formation — Transformed Through Christ
For my latest in this series on The Pillars of Parish Stewardship, we take a closer look at the second pillar: formation. Formation is the process of studying Christ’s teachings and incorporating them deeply into our lives. It is a lifelong effort by which we “put on Christ” (Rom 13:14) and are “transformed by the renewal of our minds” (Rom 12:2).
Above all, our formation should include studying Scripture and Church teaching. It should also include discussion with other Catholics and honest self-assessment. Its goal is to “discern the will of God, what is good and pleasing and perfect” (Rom 12:2).
Because formation helps us understand God’s will, it therefore leads naturally to good stewardship. When our minds are transformed through Christ, we become like Him; as Christ gave His life for us, so we give our lives to others.
Formation is not just an individual task. Rather, it is a communal responsibility that, when applied, will further help your parish to grow as a stewardship parish. Each one of us has an inherent need to give; to move from “selfishness to selflessness,” as the Diocese of Wichita’s document The Pillars of Parish Stewardship aptly states. Formation is a process of spiritual growth and it leads to a deeper understanding of loving others as God loves us.
Naturally, then, our Catholic formation should not end upon celebrating the Sacrament of Confirmation or turning 18 years old. Formation is a formidable task that we as Catholics should participate in for the duration of our lives. It involves “education of the mind and conversion of the heart” (The Pillars of Parish Stewardship) and helps us to lead the stewardship way of life rather than just understand it.
Looking to take another step forward in your quest to embrace stewardship as a way of life? Your own formation is a great way to start. You can begin by reading 10 minutes of Sacred Scripture a day or by studying a chapter of the Catechism of the Catholic Church on a daily basis. Read a biography of your favorite saint for an example of an individual who lived as a disciple of Christ and use this person as a role model when tending to your daily tasks. Keep an eye on our weekly parish bulletin for faith formation opportunities at the parish. Before long, your commitment to formation will lead you to natu- rally live the Catholic Faith and understand stewardship in ways that you never imagined before.
To be continued...
Formación.- Transformar los pensamientos de Cristo...
Para la última parte de mi serie de Los Pilares de la Corresponsabilidad Parroquial, observaremos de forma más cercana el segundo pilar: formación. Formación es el proceso del estudio de las enseñanzas de Cristo y las incorporaremos profundamente en nuestras vidas. Es toda una vida de esfuerzo por la cual “ponemos en Cristo” (Romanos 13:14) y somos “transformados por la renovación de nuestras mentes“(Romanos 12:2).
Sobre todo, nuestra formación debe de incluir el estudio de las Escrituras y las enseñanzas de la Iglesia. Esto también incluye la discusión de con otros Católicos y un una honesta autoevaluación. El objetivo es el “discernir la voluntad del Señor, que es buena, agradable y perfecta.” (Romanos 12:2)
Porque la formación ayuda a entender a la Voluntad del dios, esto nos lleva naturalmente a una buena corresponsabilidad. Cuando nuestras mentes se transformen a través de Cristo, seremos más parecidos a él; como Cristo dio su Vida por nosotros, así que nosotros daremos nuestra vida por otros.
Formación no es solo una actividad individual. En lugar de esto, es una responsabilidad comunal, cuando aplica, ayudara posteriormente a su parroquia a crecer en la corresponsabilidad parroquial. Cada uno de nosotros tiene una necesidad inherente de dar; de evolucionar de “una mentalidad egoísta a desinteresada”, como el documento de la Diócesis de Wichita Los Pilares de la Corresponsabilidad Parroquial aplicable a todos los estados. Formación es un proceso de crecimiento espiritual, y esto nos lleva a un entendimiento profundo de amar a otros como Dios nos ama a nosotros.
Naturalmente, entonces, nuestra formación Católica No debe de terminar en la celebración del Sacra- mento de Confirmación, o a cumplir los 18 Años de edad. Formación es una actividad formidable en la que nosotros como católicos debemos de participar durante el resto de nuestras vidas. Esto incluye “educación de la mente y la conversión del corazón” (El Pilar de la Corresponsabilidad Parroquial), y nos ayuda a liderar nuestra vida basados en la corresponsabilidad en vez de tratar de entenderla.
¿Está Buscando otro paso adelante en su camino a asirse a la corresponsabilidad como nuestra forma de vida? Su propia formación es un gran comienzo. Puede comenzar leyendo 10 minutos de las Sagradas Escrituras cada día, o el estudiar un capítulo del Catecismo de la Iglesia Católica de forma diaria.
Lea la biografía de uno de sus Santos favoritos como ejemplo de un individuo que vivió en la disciplina de Cristo, y use a esta persona como su modelo cuando realice sus actividades diarias.
Continuara...
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