Embryos – Frozen or Unfrozen belong to God (part II of II)

05-31-2015Pastor's LetterFr. Don Kline

Dear Brothers and Sisters,

Invitro fertilization separates the unitive from the procreative aspect of the marital embrace and makes the procreative part the only goal. When the procreative component is the only goal, this is a violation of the child's human dignity because the child is now just a product to be obtained rather than a gift from God to a family. Pope Paul VI said that there is an, "inseparable connection, willed by God, and unable to be broken by man on his own initiative, between the two meanings of the conjugal act: the unitive meaning and the procreative meaning."

Invitro fertilization makes the child a commodity produced in a laboratory and makes doctors, technicians and even business people part of the conception process (and therefore formal and material cooperators with evil). The sperm used is usually obtained by masturbation, which is an immoral and gravely sinful act. The sperm or eggs used might not come from the couple desiring the child (as one of the spouses may be infertile), so it may be necessary to use the sperm or eggs from an third party. Most of the embryos conceived—which the Church holds should be respected as new human lives—die; are frozen indefinitely for later implantation; are used (and destroyed) in research or are callously discarded as if they were waste. Today, there are 600,000 frozen embryos in the United States alone, many of them abandoned. This is a shocking moral dilemma.

In speaking with a brother priest, we have both experienced that same response from couples. Whenever I have written about IVF, inevitably a couple comes to me with a picture of their in-vitro conceived children and make the assumption that since their conception was immoral, that I believe those children shouldn't exist — this is not the case. All humans, no matter the manner of their conception, are beloved children of the Father. They are made in God's image and likeness and the Church defends and respects all human life. What I am most concerned about are the moral implications that are being ignored, particularly that issue of human beings treated as a commodity or a right and not as a gift from God. In our history, we should realize that the demeaning of the human person is a serious violation of God's command to love.

God Bless,
Fr. Don Kline

Embriones – Congelados o No Congelados le Pertenecen a Dios (Parte II de II)

Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo,

La fertilización in vitro separa lo unitivo del aspecto procreativo de la unión marital, y convierte la parte procreativa la única meta. Cuando el componente procreativo es el único objetivo, esto es una violación de la dignidad humana del niño, porque ahora el niño se convierte solo en un producto que se obtiene en vez de ser un regalo de Dios para la familia. El Papa Pablo VI dijo que "existe conexión inseparable, querida por Dios, y no puede ser roto por el hombre por su propia iniciativa, entre los dos significados del acto conyugal: el significado unitivo y el significado procreador".

La fertilización in vitro hace que el niño sea una mercancía producida en un laboratorio; y hace que los doctores, técnicos, y hasta las personas del negocio sean parte del proceso de concepción (y por lo consiguiente cooperadores formales y materiales del mal). El esperma usado es usualmente obtenido por medio de la masturbación, el cual es un acto inmoral y un acto de grave pecado. El esperma u óvulos usados puede que no vengan de la pareja que está deseando un bebe (ya que uno de los dos es infértil), entonces es posible que sea necesario usar el esperma o óvulos de una tercera persona. La mayoría de los embriones concebidos—los cuales la Iglesia sostiene que deben de ser respetados como nuevas vidas humanas—mueren , son congelados indefinidamente para una implantación después, o son usados (y destruidos) en investigaciones y experimentos, o son cruelmente descartados como si fueran basura. Hoy en día existen 600,000 embriones congelados solamente en los Estados Unidos, muchos de ellos abandonados. Esto es un dilema moral aterrador e impactante.

Hablando con un hermano sacerdote los dos hemos experimentado la misma respuesta de las parejas. Cada vez que yo he escrito acerca de este tema, inevitablemente se me acerca una pareja con una foto de su hijo/a concebida por medio de la fertilización in vitro y hacen la suposición que ya que la concepción de su hijo/a fue inmoral, que yo creo que esos niños no deberían de existir—esto no es así. Todos los seres humanos, sin importar de donde y como fueron concebidos son hijos amados por el Padre celestial. Han sido creados a imagen y semejanza de Dios y la Iglesia defiende y respeta toda vida humana. Lo que a mi mas preocupa son las implicaciones morales que se están ignorando, particularmente el tema de los seres humanos tratados como mercancía o un derecho y no como un regalo de Dios. En nuestra historia, debemos de darnos cuenta que el degradar a un ser humano es una violación seria que va en contra del mandamiento de amor de Dios.

Que Dios los bendiga,
Padre Don Kline

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