Extreme Generosity

09-21-2014Pastor's LetterFr. Don Kline

Dear Brothers and Sisters,

I begin by acknowledging that there are many in our parish who live as intentional disciples… who give without counting the cost. I also challenge those who could be more generous with their time, talent, and treasure to do so.

I recently read this story about woman in an airport that reminds us of God's generosity. A woman had a "red-eye" flight around midnight. She was tired, but also hungry so she bought a box of cookies. She sat down and opened her handbag, searching for a book to read. A man sat down next to her and the next thing she knew, he opened the box of cookies and was eating one of them! This upset the woman but she did not want to create a scene. Besides, she thought, "Well, he is only eating one." But then he took another one. Rather than making a fuss, the woman simply took one herself. Then he took one and she took another one. This continued until there was only one cookie left. The man picked up the final cookie and said to the woman, "Would you like to split it with me?" She was so furious that she grabbed it out of his hand, took her bag and stormed away. When she got on the plane, she was still fuming. Before she sat down, she reached into her bag to find her book. What she pulled out was the box of cookies which she had bought!

This story is really about us. We can all be like that woman who selfishly takes or we can be like that man who generously gives. There is always the temptation to hoard "our stuff". In reality, EVERYTHING belongs to God… all of our possessions, all our gifts, all our money, all our family – EVERYTHING – belongs to God. The lady in the story was angry because she thought the man was eating her cookies when she was actually taking what never belonged to her in the first place.

We can get mad at God and think that He is treating us unfairly, especially when we compare ourselves to other people. But all this shows that we have the wrong idea about God's genuine generosity. EVERYTHING is a gift. He gives us EVERYTING we need. EVERYTHING belongs to Him. When we stand before God, we cannot demand a thing from God. EVERYTHING we have is a gift… given to us out of His love for us. For the workers in today's Gospel, it seemed unfair that the ones who worked only an hour got the same pay as the ones who worked the entire day. But God is not unfair. He is simply generous. Let us pray for one another. May we all be willing to give whatever and whenever Our Lord gives us the chance to do so.

God Bless,
Fr. Don Kline

Queridos Hermanos y Hermanas:

Empiezo por reconocer que hay muchos en nuestra parroquia que viven como intencionalmente discípulos… quienes dan sin pedir a cambio. También hago un llamado aquellos que podrían ser más generosos con su tiempo, talento y tesoro para hacerlo.

Hace poco leí una historia acerca de una mujer en un aeropuerto que me recordó de la generosidad de Dios. Su vuelo salía a la medianoche. Estaba cansada, pero también hambrienta, así que compró una caja de galletas. Se sentó y abrió su bolso de mano, en busca de un libro para leer. Un hombre se sentó junto a ella, abrió la caja de galletas y se estaba comiendo una de ellas! Esto molestó a la mujer, pero no quería crear una escena. Además, ella pensó: "Bueno, él sólo está comiendo una." Pero entonces él tomó otra. En lugar de hacer un escándalo, la mujer tomó uno ella misma. Entonces él tomó una y ella tomó otra. Esto continuó hasta que no quedó una sola galleta. El hombre cogió la galleta final y dijo a la mujer: "¿Te gustaría dividirla conmigo?" Estaba tan furiosa que ella le arrebato la galleta de la mano, tomó su bolso y se alejó. Cuando llegó el avión, ella estaba todavía furiosa. Antes de que ella se sentara, metió la mano en su bolso para encontrar su libro. Lo que sacó fue la caja de galletas, que ella había comprado!

Esta historia es realmente acerca de nosotros. Todos podemos ser como esa mujer que egoístamente toma o podemos ser como ese hombre que da generosamente. Siempre existe la tentación de acumular "nuestras cosas". En realidad, todo es de Dios... todas nuestras posesiones, todos nuestros regalos, todo nuestro dinero, toda nuestra familia - todo - le pertenece a Dios. La señora de la historia estaba enojado porque ella pensó que el hombre se estaba comiendo sus galletas, cuando en realidad estaba tomando lo que no pertenecía a ella en primer lugar.

Podemos enojarnos con Dios y pensar que nos está tratando injustamente, sobre todo cuando nos comparamos con otras personas. Pero todo que esto muestra es que tenemos una idea equivocada de la auténtica generosidad de Dios. Todo es un regalo. Él nos da todo lo que necesitamos. Todo le pertenece a Él. Cuando estamos frente a Dios, no podemos exigir una cosa de Dios. Todo lo que tenemos es un regalo ... que nos ha dado de su amor por nosotros. Para los trabajadores en el Evangelio de hoy, parecía injusto que los que trabajaron sólo una hora recibieron la misma paga que los que trabajaron todo el día. Pero Dios no es injusto. Él es simplemente generoso. Oremos unos por otros. Que todos podamos estar dispuestos a dar lo que sea y siempre que Nuestro Señor nos dé la oportunidad de hacerlo.

Que Dios los bendiga
Padre Don Kline

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