Dear Brothers and Sisters in Christ,
The Easter Season is longer then the Lenten Season. What does that mean? I suggest that a longer celebration means a greater significance. Lent is 40 days while the Easter Season spans 50 days.
We also do a lot of talking about Lent and specifically what we have, "given up" for Lent. We talk about fasting and we give alms to the poor. I'm always amazed by the fact that Ash Wednesday seems to be as popular as Easter as we pack the church to begin our penance. Then, as Lent continues, there is a dramatic increase in daily mass attendance. Yes, it seems that during the Lenten season, we know what to do, how to express our faith, and what Holy Mother Church expects of her faithful followers.
But do we know what do to during the Easter Season? Of course, the week after Easter, we celebrate an octave of Easter masses. Then what? What follows are daily readings that focus on the building of the early Church through the process of evangelization to the Jews and then the gentiles and to the ends of the earth. In other words, no longer were the followers a part of Judaism, they became Christians. The Church was now a vehicle to spread the Good News of our salvation through Jesus Christ.
So it seems to me that our focus needs to turn to evangelization during Easter. It is a time to focus our attention on the gift of our Christian Initiation—our Baptism, our Confirmation and the gift of the Eucharist that we have the privilege of receiving daily.
The faith is a wonderful gift! But wonderful gifts are shared. As we prepare to accept a new class of candidates for reception into the Church next Easter, it seems that indicator of the effectiveness of our celebration of Easter will be the number of candidates who come to explore our faith.
Our class of new Catholics is small in number but large in faith. But as I baptize, I say to myself, "Thank God for our Hispanic brothers and sisters." That is, most of our candidates for the Easter Sacraments come from Mexico. It is a beautiful thing. But I think they should also challenge the bulk of us Caucasians and our "evangelical apathy." As a small percentage of our community, they seem to be doing the lion's share of the work.
As we journey toward Pentecost, ask yourself, when was the last time you brought someone to consider the Church? If we believe it to be a gift, it must be shared. Are you doing so?
God Bless,
Fr. Don Kline, Pastor
Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo,
La época de la Pascua es más larga que la época de Cuaresma. ¿El qué significa esto? Yo sugiero que una celebración más larga tiene un mayor significado. La Cuaresma es de 40 días mientras la Pascua es de 50 días.
También hablamos mucho acerca de la Cuaresma y specíficamente de lo que hemos "sacrificado" para la cuaresma. Hablamos acerca del ayuno y de dar más a los pobres. A mí todo el tiempo me impresiona que el Miércoles de Ceniza sea igual de popular que el Domingo de Pascua, la gente viene en multitudes a comenzar su penitencia. Y después, mientras la Cuaresma continua, comienza a crecer la cantidad de personas que asiste a Misa diaria. De verdad parece ser que todos sabemos que hacer, como expresar nuestra fe, y sabemos lo que nuestra Santa Madre Iglesia espera de nosotros los fieles durante la época de Cuaresma. ¿Pero sabeos que hacer durante la época de Pascua?
Por supuesto que la semana después de la Pascua celebramos una Octava de Misas de Pascua. ¿Y después que? Lo que sigue son lecturas diarias las cuales se enfocan en la edificación de los principios de la Iglesia por medio del proceso de evangelizaciónde los Judíos y después de los gentiles y a los fines de latierra. En otraspalabras, los seguidores dejaron de ser parte delJudaísmo, y se convirtieron enCristianos. La Iglesia se convirtió enun vehículo para predicar la Buena Nueva de nuestra salvaciónpor medio deJesucristo.
Entonces me parece a mí que nuestro enfoque durante laPascua debe de ser girado hacia laEvangelización. Es el tiempo de enfocar nuestra atención en el regalo de la Iniciación Cristiana— nuestro Bautismo, nuestra Confirmación y el regalo de la Eucaristía la cual tenemos el privilegio de recibirdiariamente. ¡La fe es un regalomaravilloso! Pero los regalosmaravillosos deben de sercompartidos. Mientras nos preparamos a aceptara la nueva clase de candidatos para recibir en la Iglesia lapróxima Pascua, parece que el indicador de la efectividad denuestra celebración de Pascua será enel número de candidatos queexplorara nuestrafe.
Nuestra clase de nuevos Católicos de este año fue pequeña en número pero grande en fe. Y cuando yo los bautice, me dije a mímismo "Gracias Dios por nuestros hermanos y hermanas Hispanas". Digo esto porque la mayoría de los candidatos paralos sacramentos de la Pascua vienen deMéxico. Esto es algohermoso. Pero creo que deberíamos de cuestionar la mayor partede nosotros los caucásicos nuestra "apatíaevangélica". Ya queel porcentaje más pequeño de nuestra comunidad pareceestar haciendo en la mayor parte deltrabajo.
A medida que caminamos hacia la fiesta de Pentecostés, preguntémonos, cuando fue la última vez que usted trajo a alguiena considerar laIglesia? Si realmente creemos que es un regalo,se debe decompartir. ¿Esta usted haciendoesto?
Que Dios los bendiga,
Padre Don Kline