Electing a Pope

03-03-2013Pastor's LetterFr. Don Kline

Dear Brothers and Sisters in Christ,

We are called to be a people of hope and so what can we hope for in the coming days as the cardinals prepare to elect our new Holy Father?

Here are the steps that will be part of the election process:

The voting by cardinals to elect the next pope takes place at what is called a conclave behind the locked doors of the Sistine Chapel.

Secret ballots can be cast once on the first day of the conclave… the voting continues until a new pontiff is elected.

Only cardinals under the age of 80 can vote in the conclave; older cardinals do not enter the Sistine Chapel. In theory, any baptized male Catholic can be elected pope.

The names of nine voting cardinals are chosen at random: three to serve as "scrutineers," or voting judges; three to collect the votes of any sick cardinals who remain in their quarters at the Domus Sanctae Marthae; and three "revisers" who check the work of the scrutineers.

The paper ballot is rectangular. On the top half is printed the Latin phrase "Eligo in Summum Pontificem" ("I elect as the most high pontiff"), and the lower half is blank for the writing of the name of the person chosen.

Each cardinal then walks to the altar, holding up his folded ballot so it can be seen, and says aloud: "I call as my witness Christ the Lord who will be my judge, that my vote is given to the one who before God I think should be elected." He places his ballot on a plate, or paten, and then slides it into a receptacle.

When all the ballots have been cast, the first scrutineer shakes the receptacle to mix them. He then transfers the ballots to a new urn, counting them to make sure they correspond to the number of electors.

After the names have been read out, the votes are counted to see if someone has obtained a two-thirds majority needed for election -- or a simple majority if the rules are changed later in the conclave. The revisers then double-check the work of the scrutineers for possible mistakes.

At this point, any handwritten notes made by the cardinals during the vote are collected for burning with the ballots. If the first vote of the morning or evening session is inconclusive, a second vote normally follows immediately, and the ballots from both votes are burned together at the end.

When a pope is elected, the ballots are burned immediately. By tradition, the ballots are burned dry -- or with chemical additives -- to produce white smoke when a pope has been elected; they are burned with damp straw or other chemicals to produce black smoke when the voting has been inconclusive.

At that point -- about 12 or 13 days into the conclave -- the cardinals can decide to move to a simple majority for papal election and can limit the voting to the top two vote-getters.

Let us join the Church as we pray for Pope Benedict XVI and for his successor who will be our new shepherd.

God Bless,
Fr. Don Kline

 

Eligiendo un Papa

Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo,

Estamos llamados a ser personas de esperanza. ¿Qué podemos esperar en los próximos días en que los cardenales se preparan para elegir a nuestro nuevo Santo Padre?

He aquí los pasos que serán para del proceso de elección:

La votación que los cardenales hacen para elegir al próximo papa se define como cónclave y se hace a puerta cerrada dentro de la Capilla Sixtina.

El voto es secreto y se vota el primer día del cónclave...la votación continúa hasta que el nuevo pontífice es electo.

Sólo los cardenales menores a los 80 años de edad pueden votar en el cónclave; los Cardenales mayores a los 80 años no pueden entrar a la Capilla Sixtina. En teoría, any varón católico bautizado puede ser elegido papa.

Los nombres de los nueve cardenales que votan son elegidos al azar: tres para ser escrutinadores, o jueces; tres para recoger los votos de cualquier cardenal que esté enfermo y permanezca en su cuarto en Domus Sanctae Marthae; y tres "supervisores" que revisan el trabajo de los escrutinadores.

Las boletas de papel son rectangulares. En la parte de arriba tienen impreso en latín la frase "Eligo in Summum Pontificem" ("Yo eleigo al sumo pontífice"), y la parte de abajo está en blanco para escribir el nombre de la persona que elijan.

Cada cardenal camina al altar, sujetando su voto para que pueda ser visto y dice en voz altar: "Llamo como mi testigo a Cristo el Señor que siempre será mi juez, que he dado mi voto a quien ante Dios yo pienso debe ser electo" El cardenal pone su voto en el plato o la patena y lo desliza dentro de un recipiente.

Cuando todos hayan votado, el escrutinador agita el contenedor para mezclar los votos. Luego pone los votos en una nueva urna y se cuentan para ver que el número de votos sea igual al número de electores.

Después de que los nombres se leen, los votos se cuentan para ver si alguno ha obtenido la mayoría de dos tercios necesaria para la elección -- o mayoría simple si se cambian las reglas del cónclave. Los supervisores pueden verificar que el trabajo de los escritinadores en caso de errores.

En este punto, cualquier nota hecha a mano por los cardenales durante la votación se recoge para quemarse con los votos. Si el primero voto de las sesiones de la mañana o de la noche es inclusivo, un segundo voto sigue inmediatamente y las boletas de ambas votaciones se queman juntas al final.

Cuando el papa es elegido, las boletas se queman inmediatamente. Por tradición, las boletas se queman secas ---o con químicos aditivos -- para producir el humo blanco que avisa que hay un nuevo Papa; para producir el humo negro, que indica que la votación ha sido inconclusa, se queman con paja y otros químicos.

Para ese punto -- cerca de 12 y 13 días dentro del cónclave -- los cardenales deciden si mover a simple mayoría la elección del Papa y de ese modo limitar la votación a los candidatos con mas votos.

Unámonos a la la Iglesia mientras rezamos por el Papa Benedicto XVI y por su sucesor quien será nuestro nuevo pastor.

Dios los bendiga,
Fr. Don Kline

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