Happy New Year?

12-30-2012Pastor's LetterFr. Don Kline

Dear Brothers and Sisters in Christ,

There is no question for many of us that this has been a difficult year, one of the hardest in memory. There was a difficult and divisive election; there has been an ongoing assault on religious freedom; our economy has yet to overcome the recession and secularists continue to push us to "live as though God does not exist." During the time when we are supposed to be focusing on "peace on earth and good will," we hear stories about a fiscal cliff and the end of the world according to the Mayan calendar.

And in the midst of all of this, the Church calls us to embrace the New Evangelization? Our current difficulties beg the simple question, "Why go to the trouble of evangelizing during the New Year when we collectively seem to be going down to despair?" Why? Because our faith does not call us to a naïve optimism that "things will work out," but to authentic Christian hope!

When we hope in Jesus Christ, we know where we are, we know where we come from, and we know where we are going. This hope, particularly in Jesus Christ and his claim that he will have the final word at the end of our pilgrimage, is the very reason the Church has the boldness to call for a New Evangelization!

To me, the difference between optimism and hope is simple, yet profound. Optimism depends on worldly things: politics, economics, elections and so on. Hope focuses on the otherworldly: Jesus, love, mystery and the eternal life he promises those who follow and suffer with Him.

On this Feast of the Holy Family, as we approach the New Year of 2013, I pray that you and your family will not be distracted by earthly pursuits and will know the blessing of hope as authentic hope cannot disappoint us. Hope is the promise of true and lasting happiness.

Of course, during this New Year, we will have need to come together as family and support one another, particularly if times continue to be difficult. We will, as usual, provide many opportunities that will help sustain you in that authentic hope. I encourage you to participate regularly and often in the many activities our parish offers. For in the end, hope does not remain stagnant. Either it will grow or it will become more tepid. Let us pray that Jesus will increase our hope and that we will, through our unshakable hope, be a light which burns for our own sake and for the sake of others. When we do so, we can, in fact, gladly say, Happy New Year!

God Bless,

Fr. Don Kline

 

Feliz Año Nuevo

Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo,

No hay duda que para muchos de nosotros este año ha sido muy difícil, uno de los más difíciles en nuestra memoria. Hubieron unas elecciones muy difíciles y divisivas, ha habido ataques continuos en contra de la libertad de religión, nuestra economía tiene todavía que vencer la recesión, y los secularistas continúan empujándonos a vivir como si "Dios no existiera". Durante el tiempo que debemos de estarnos enfocando en la "paz en el mundo", escuchamos cosas como la caída fiscal y el fin del mundo de acuerdo al calendario Maya.

Y en el medio de todo esto, la Iglesia nos llama a aceptar y abrazar la Nueva Evangelización. Nuestras dificultades de este momento nos presentan una sencilla pregunta, "¿Por qué tomarnos la molestia de evangelizar durante este Año Nuevo cuando parece ser que estamos entrando en una desesperación colectiva?" ¿Por qué? Porque nuestra fe no nos llama a un optimismo ingenuo "que todo va a estar bien" sino a una esperanza autentica Cristiana.

Cuando tenemos esperanza en Jesucristo, sabemos en donde estamos, sabemos de dónde venimos, y sabemos a dónde vamos. Esta esperanza, particularmente en Jesucristo y en su afirmación que el tendrá la última palabra al final de nuestra peregrinación, es la razón porque la Iglesia tiene el atrevimiento de llamarnos a la Nueva Evangelización.

Para mí la diferencia entre el optimismo y la esperanza es simple, pero profunda. El optimismo depende de las cosas del mundo: la política, la economía, las elecciones, ect. La esperanza se enfoca en otras cosas: en Jesús, el amor, en el misterio y en la vida eterna que él nos promete a los que lo seguimos y sufrimos con él.

En esta fiesta de la Sagrada Familia, al acercarnos al Nuevo Año 2013, yo oro por usted y por su familia para que no permitan que las cosas terrenales los distraigan y para que conozcan la bendición de la esperanza, porque la esperanza autentica no le falla a nadie. La esperanza es la promesa de la felicidad eterna y verdadera.

Por supuesto que durante este año, tendremos que unirnos en familia y apoyarnos unos con otros, particularmente si las cosas se siguen poniendo más difíciles. Nosotros como Iglesia, proporcionaremos oportunidades que los ayudaran a mantener la esperanza autentica. Yo les animo a que participen regularmente en las diferentes actividades que nuestra parroquia ofrece. Al final, la esperanza no debe de permanecer inactiva. Debe de crecer o se pone tibia. Oremos para que Jesús aumente nuestra esperanza, y que podamos por medio de nuestra esperanza irrompible, ser luz para nosotros mismos y para los demás. Cuando hagamos esto, realmente podremos decir, ¡Feliz Año Nuevo!

Que Dios los Bendiga,

Padre Don Kline

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